«Hoy tuvimos la oportunidad de conversar con un estudiante de secundaria, quien, al hablar sobre su experiencia académica, nos compartió una opinión que no pasa desapercibida: hasta el momento, el curso que menos ha disfrutado ha sido Lengua y Literatura. Según nos explicó, aunque reconoce la importancia del lenguaje en la vida cotidiana y en la formación personal, siente que las clases no logran despertar su interés, pues se centran demasiado en la teoría y en el análisis de textos que, para él, no resultan relevantes o motivadore»

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