Porque hay momentos en los que parece que todo llega tarde: una decisión, una advertencia, una oportunidad⦠pero, de alguna forma, llegan justo cuando mÑs lo necesitÑbamos. Esa fue la pregunta que decidà hacer.
Hay preguntas que no necesitan muchas palabras para calar hondo. Algunas hacen que te detengas, respires y pienses en todo lo que ha pasado en tu vida hasta hoy. No se trata de exΓ‘menes ni de fΓ³rmulas, sino de experiencias, de esas que enseΓ±an a su propio ritmo, aunque a veces el aprendizaje llegue tarde.
En esta ocasiΓ³n, hice esta pregunta a tres estudiantes universitarios, cada uno con una historia distinta, marcada por decisiones, tropiezos y descubrimientos personales.
Esto fue lo que nos dijeron:
πΉΒ Damaris,
Β«AprendΓ es a escoger bien los grupos de trabajo, dejar las amistades a un lado y los estudios por el otroΒ»

πΉΒ Daniela,
Β«Aprendi a decir no, aprender a priorizar mis cosas antes que los demΓ‘s, tambiΓ©n a organizarme mejor para asΓ salir bien en las prΓ‘cticas y estar felizΒ»

πΉAstryd,
Β«AprendΓ a no dejar todo para ΓΊltimo momento y no estudiar a ΓΊltima horaΒ»

A travΓ©s de sus respuestas, no solo se revelan aprendizajes valiosos, sino tambiΓ©n una verdad compartida: a veces, llegar tarde no significa llegar mal, sino justo en el momento necesario para crecer.