Dicen que hay frases que se escuchan una sola vez, pero se quedan grabadas en el alma para siempre. No sabes por qué, no entiendes del todo cómo, pero desde que las oyes, algo cambia. A veces son palabras sencillas, casi al pasar, en medio de una conversación, una película o un libro olvidado. Y sin embargo, te atraviesan.
No son fórmulas mágicas ni grandes discursos, pero llegan justo cuando más lo necesitas. Son esas frases que te abrazan en silencio, que te dan fuerza cuando todo parece inestable, o que simplemente te hacen ver la vida con otros ojos.
Tres estudiantes respondieron a la pregunta: “¿Qué frase escuchaste una vez y se te quedó para siempre?”. Estas fueron sus respuestas:
🗣️Tania
«Contento, Señor, contento.»
«Es una frase de San Alberto Hurtado que me pareció tan linda, tan simple y tan profunda a la vez. Hay una alegría más grande: la de confiar en Dios, aun en los momentos felices, y aceptar su voluntad con fe y humildad.»
🗣️ Ariana
«Lo que es para ti, te encuentra.»
«Es una frase muy especial para mí. En los momentos en los que necesito tranquilidad, la repito y me da una calma inmediata. Me ayuda a soltar el control y confiar en el tiempo de la vida.»
🗣️ Sebastián
«Para las primeras impresiones no hay segundas oportunidades.»
«Creo que uno siempre debe dar un buen aspecto, tanto como persona como profesional. Esta frase me recuerda que cada encuentro cuenta y deja una huella.»
Estas frases, aunque simples, dejaron una huella profunda. Nos recuerdan que a veces, una sola línea basta para darnos calma, fuerza o sentido. ¿Y tú? ¿Qué frase se te quedó para siempre?.
